Contame algo lindo....

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16 noviembre, 2008

Francisco Fiorentino /1905-1955)

Francisco Fiorentino (centro), fue sin duda el arquetipo del "cantor de orquesta", concepto que describe sintéticamente la principal característica del tango de los años cuarenta, donde el cantor era un integrante de la formación al igual que los músicos. Fiorentino y Troilo conformaron un afiatado engranaje, un acople perfecto donde la muestra se lucía en una larga introducción para luego generar el marco adecuado y necesario para que el cantor se destacara. No fue un virtuoso, su voz era pequeña y su dicción confusa, pero estas características técnicas no impidieron su impresionante éxito. Resultan antológicas sus interpretaciones de los tangos Gricel, Garúa, De barro. Su personalidad, su buen gusto y la dirección permanente de "Pichuco" dieron como resultado un cantor intimista, de gran calidez interpretativa que supo conmover a su público, convirtiéndose en un hito en la historia de los vocalistas de tango. Su vida artística junto a Troilo duró 6 años, desde su debut el 1º de julio de 1937 en el Marabú hasta marzo de 1944. Pese a su corta vida, su trayectoria fue extensa y cambiante. Sus primeras presentaciones las hizo junto a su hermano Vicente, que era violinista, actuando en cines y cafés de todo el país, al mismo tiempo comienza a cantar como solista en algunas emisoras de radio y otros escenarios porteños. En 1928 tiene una gran oportunidad al ingresar como bandoneonista en la orquesta de Francisco Canaro quien se da cuenta de las cualidades de Fiorentino dejándolo actuar en algunas ocasiones como estribillista. A partir de entonces continúa en esa doble función de bandoneonista y estribillista integrando numerosas orquestas, Juan Carlos Cobián, Roberto Firpo, Pedro Maffia, Juan D'Arienzo, Luego de su etapa con Troilo, punto culminante de su carrera, Fiorentino forma su propia orquesta, que fue dirigida y arreglada por Astor Piazzolla, con la cual, pese a grabar 22 temas, no tuvo los resultados esperados. El dúo Fiorentino-Piazzolla fue vanguardia para su época y en esta primera experiencia en la dirección orquestal, Astor ya está preanunciando su propuesta renovadora junto a un Fiorentino maduro y entero. La declinación fue lenta pero inevitable, parasaron más de 10 años de su debut con Troilo y el fin de los años cuarenta lo encuentran deambulando en muchas orquestas importantes como la de José Basso, entre otras pero ya sin la resonancia de antaño y dejando en el disco algunos registros. Finalmente viaja al Uruguay en 1951 para incorporarse al conjunto del pianista José A.Puglia y el bandoneonista Pedroza; con esta orquesta registró sus tres últimas grabaciones en noviembre de 1951.
Muere el 11 de septiembre de 1955, a raíz de un accidente en la provincia de Mendoza, a 1000 kms. de Buenos Aires. (Extraído de www.todotango.com).

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