Contame algo lindo....

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Para conocer relatos de barrio, de música, de nuestra historia y de quienes la forjaron....

17 mayo, 2008

En algún punto de su dial

Desde su fundación en 1920, la radio fue instalándose en el centro de la vida cotidiana de las familias: radioteatros, partidos de fútbol, música, humor, noticias y hasta discursos políticos se escuchaban en el hogar y gracias al cine, los ídolos de la radio se convirtieron en rostros familiares. La radio unificó simbólicamente y contribuyó a la identidad de la sociedad argentina. En la década de los 30 al aire de la radio se le decía "eter", a los locutores se los conocía como "speakers", a los avisos publicitarios se los identificaba como reclames y a las emisoras se las llamaba "broadcastings". Por iniciativa del pionero Jaime Yankelevich, Radio Nacional, que a partir de 1932, luego de un concurso público pasara a llamarse Radio Belgrano, comienza a transmitir en cadena al interior del país. A partir de 1930, el radio receptor toma un lugar central e incondicional en cada hogar. El género del radioteatro es una de las iniciales pasiones populares. Novelas como Chispazos de tradición, de José Andrés González Pulido, influyeron poderosamente sobre la vida cotidiana: en su horario casi nadie hablaba por teléfono. Las grandes tiendas del centro se vieron obligadas a colocar altoparlantes en sus salones para que las clientas no se perdieran el capítulo del día. En aquella Argentina de rasgos aldeanos, mucho se aprendía de la radio, como los inmigrantes que, a fuerza de escuchar, se familiarizaban con el lenguaje de su nuevo país. Los ídolos de la gente ya no eran tan lejanos. Lo que más atraía de la radio era su indudable practicidad y utilidad. Los informes sobre la Guerra Civil Española y las transmisiones desde el Colón; los concursos con premios y los partidos de fútbol transmitidos desde las canchas; los bailables en vivo y el candoroso humor de la época, todo llegaba sin que el oyente se moviera de su casa. En cualquier noche, era posible captar el programa más popular, pero también el mensaje más sofisticado. LR1 Radio El Mundo, LR3 Radio Belgrano y RL4 Radio Splendid llegaban, mediante cadenas, a 45 emisoras de todo el país. Cada una con público propio, protagonizaron la edad de oro de la radiofonía nacional. A partir de 1951, cuando llegó la televisión, la radio debió admitir un reparto en las preferencias populares. Muchos temieron por su desaparición, en especial porque "la pantalla chica" se apropió de géneros, personajes y artistas consagrados en la radio pero, con ahogos y desmayos, la radio siguió adelante, recuperó su lugar y hoy, a más de 80 años de su fundación goza de buena salud y proyección futura. (Carlos Ulanovsky - Historia Visual de la Argentina).

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