Contame algo lindo....

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09 mayo, 2009

La sombra (2)

La Reforma Universitaria de 1918, que no nació como una iniciativa del gobierno pero fue aceptada por él, le permitió a Yrigoyen contar con un importante apoyo de la clase media, al flexibilizar las condiciones de ingreso, actualizar los planes de enseñanza, nacionalizar la Universidad de Tucumán y crear la del Litoral. El 15 de junio de 1918 los estudiantes cordobeses, en protesta por estar recibiendo una enseñanza rígida, conservadora y clerical y por el cierre del Hospital de Clínicas, la gota que rebalsó el vaso, lanzaron un Manifiesto Liminar a los Hombre Libres de Sudamérica que rápidamente contó con la adhesión de las Universidades de La Plata y Buenos Aires: pedían el cogobierno estudiantil, extensión universitaria, asistencia libre y democratización del sistema docente.
El salario descendió más de un 38% y sólo en 1919 la cantidad e huelguistas triplicó a los de 1917. Las huelgas se extendían por meses (ferrocarriles, marítimos, municipales) mientras la prensa y las empresas acusaban al gobierno de favorecer a los huelguistas y dominaban la situación contratando trabajadores "rompehuelgas". A comienzos de 1919 la huelga en los Talleres Metalúrgicos Vasena, ubicados en la calle Urquiza y Cochabamba de Capital, desató una violenta represión policial como consecuencia de la muerte de un suboficial. El 9 de enero el cortejo fúnebre de los obreros caídos fue reprimido por la policía con un saldo de 40 muertos. Los enfrentamientos se trasladaron desde el Cementerio de Chacarita a distintas partes de la ciudad: participaban jóvenes armados de la clase alta y oficiales del Ejército y la Marina que provocaban a los grupos obreros. Cuando a última hora del día 9 de enero, la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) y la Confederación Obrera Regional Argentina (CORA) convocaron a una huelga general, los muertos sumaban más de 100. Según fuentes sindicales, luego de algunos días de estado de sitio los muertos llegaron a 700 y los heridos a 4000.
La secuela de aquellos acontecimientos no fue solamente el odio, o un íntimo y creciente deseo de venganza: nació entonces la Asociación Nacional del Trabajo como entidad patronal, para financiar a los rompehuelgas y, desde la clandestinidad, a la Liga Patriótica Argentina. ("Argentinos" - Jorge Lanata).

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